La palabra desespero nos traduce perder toda esperanza o también el desespero de encontrarla, y cuando entramos en una situación de desespero por la perdida de algo o por la falta de algo nos ponemos en situación de riesgo emocional.
Cuando perdemos la esperanza perdemos el brillo, perdemos la orientación o como dicen por allí se nos van las luces. No hay nada tan difícil como caminar en desesperanza, eso quiebra el espíritu haciéndolo polvo, de hecho, cuenta la historia que para quebrar el espíritu de los Judíos presos en los campos de concentración,los nazis recurrían a la practica de ponerlos a ejercer tareas que no tenían ningún sentido, como por ejemplo, mover pesados escombros y amasijos de un punto a otro punto y luego devolverlos al punto original, esta labor, sin sentido, era un castigo que iba mas allá de lo físico, para los presos, era una herida emocional que les apagaba el espíritu.
Algo parecido nos sucede cuando caminamos sin esperanzas, en automático, sin un proóosito o meta especifica. Cuando esto nos sucede nos pesa el alma y se nos hace dura cualquier tarea. Cuando trabajamos en un oficio que no tiene sentido o propósito, los lunes queremos que sea viernes, a las 9 am queremos que sea rapido la hora del break del almuerzo y si mi horario es hasta las 6 pm ya desde las 5:40 pm empiezo a dejar todo listo para largarme lejos de allí.
Cuando en mi familia pierdo el propósito, corro el riesgo de separarme con mas facilidad pues esa visión que nos unía ya no se ve, ya no brilla ni parpadea igual, y por eso hasta un sentimiento tan bonito como el amor se puede terminar opacando ante la vil rutina que no deja de persistir.
Cuando me desespero por la falta de algo corremos el riesgo de centrar nuestra vida alrededor de un factor externo y eso es bastante nocivo pues si tu estabilidad se genera desde lo externo estamos en problemas y digo estamos pues la amenaza de alguien inestable emocionalmente trasciende su circulo intimo.
¿Cual es la receta ante la desesperación?
la receta es sencilla: aprende a esperar y eso es literal, aprende a esperar. la vida nos enseña múltiples ejemplos de personas que aprendieron a esperar y que gracias a hacerlo de la forma correcta hoy en día están viviendo su sueño.
Para aprender a esperar
1.-Reconoce que no podemos controlarlo todo
Es imprescindible reconocer que existen factores que escapan a nuestro control y que afectan el desenvolvimiento de las cosas. Crisis políticas, crisis financieras, sucesos y eventos están allí siempre latentes como una posibilidad real en todo momento. Aprender a trazar metas con planes alternativos que nos permitan preveer otros escenarios es fundamental.
2.-La vida no pasa, la vida responde
Recuerda que nos sucede aquello en lo cual nos enfocamos mas. Lo que resistes persiste, el mundo no es como lo ves es como tu te ves y si estamos en situación de desespero por la falta de algo nuestra atención va a estar orientada a esa carencia y por lo tanto eso es lo que mas vamos a reproducir. Revise en donde enfoca su atención en momentos de desespero y se dará cuenta que probablemente usted esta concentrado en lo que le falta y no en lo que tiene.
3.- Reconozca y use sus talentos
Usted es una persona única y talentosa y esos talentos están a su orden para llevarlo a través de los momentos de desespero. reconózcalos y póngalos en funcionamiento. Apoyese en lo que hace bien y hágalo mas veces, estar activos en nuestra zona de potencia nos permite desesperarnos menos.
4.- Todo pasa para bien
Una de las citas Bíblicas que mas me gusta esta en la carta escrita por Pablo a los Romanos donde dice : Todo pasa para bien. ( Romanos 8:28) esa cita me llena de esperanza y fuerza para no desesperarme cuando las cosas no me están saliendo bien.
Por ultimo, confíe, Dios no esta pintado en la pared, esta atento y vigilando que aprendamos las lecciones que nos llevaran a otro nivel de crecimiento y desarrollo.
Recuerda:
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