Por Robert J. Tamasy
Mi primer viaje a Europa es uno que nunca me olvidaré. Puesto que iba asistir a la Convención Mundial de CBMC en Rothenburg ob der Tauber, Alemania, me programé para partir a Europa una semana antes y así reunirme con mis tíos en Budapest, Hungría, dado que ellos son viajeros experimentados. En razón de que mi trasfondo es húngaro, estaba entusiasmado con ver el país donde nacieron mis abuelos nacieron, así como una breve visita a Giessen, Alemania, donde nací mientras mi padre servía en el Ejército americano.
El vuelo desde Atlanta, Georgia, E.E.U.U. fue tranquilo, pero cuando aterrizábamos en Stuttgart, Alemania el piloto nos informó que el avión estaba teniendo unos problemas mecánicos y no podría completar el viaje a Budapest. Por lo que, todos los pasajeros serían transferidos a Frankfurt, Alemania para arreglarles una alternativa de vuelo.
Nunca me había sentido tan solo. En el autobús a Frankfurt, escuchaba a las personas hablar en un animado alemán, y apenas les entendí una palabra. "¿Cómo le haré para conseguir un vuelo a Budapest?" me pregunté. "¿Y cómo sabrán mis tíos cuándo llego a Budapest? ¿Y si no están allí, qué voy a hacer? ¡No hablo nada de húngaro!"
Cuando se pueden imaginar, esta primera experiencia internacional me llenó de pensamientos ansiosos. Eventualmente, todas mis preocupaciones se resolvieron. Me desplacé hacia donde estaban otros viajeros angloparlantes; y pudimos recibir indicaciones acerca de qué aerolínea no proporcionaría el vuelo de conexión, y cuando llegaríamos a Budapest, mi tío que nació en EEUU y que habla el húngaro de manera fluida, me estuvo esperando aunque llegué retrasado varias horas.
¿Ha experimentado alguna vez algo así? Quizá no en un viaje, pero pudo haber estado en medio de un gran proyecto de trabajo y sentirse aislado, totalmente solo sin nadie a quien acudir por ayuda. O usted podría estarse esforzándose con un difícil asunto personal - problemas en su matrimonio, un hijo seriamente enfermo, situaciones financieras agobiantes, o una gran crisis profesional. ¿Cómo se siente? ¿Y qué ha hecho al respecto?
He aprendido que la Biblia nos da una seguridad práctica acerca de lo que debemos de hacer en aquéllos momentos de "total soledad":
Nunca está solo en verdad. Podemos estar medio de cientos de miles, y aún así sentirnos totalmente solos. Podríamos no estar viendo un rostro familiar, pero Dios ha prometido estar con los que lo siguen sin importar a donde vayan. "Así que no temas, porque yo estoy contigo; no te angusties, porque yo soy tu Dios. Te fortaleceré y te ayudaré; te sostendré con mi diestra victoriosa." (Isaías 41:10).
Dios nunca lo abandonará. Durante nuestras vidas inevitablemente seremos confrontados con la incertidumbre, incluso a veces en momentos espantosos. Pero Dios promete permanecer con Sus niños, sin tener en cuenta las circunstancias. “Sean fuertes y valientes. No teman ni se asusten ante esas naciones, pues el Señor su Dios siempre los acompañará; nunca los dejará ni los abandonará" (Deuteronomio 31:6).
Nunca podemos escapar la presencia de Dios. Hay un dicho, "Puede correr, pero no se puede esconder". La Biblia dice que esto es verdad para con Dios. Podemos perdernos en medio de una gran ciudad, poco familiar, solos en un cuarto del hotel, o en nuestro escritorio, sintiéndonos agobiados. No importa donde estemos, Dios promete estar allí con nosotros. "¿A dónde podría alejarme de tu Espíritu? ¿A dónde podría huir de tu presencia? Si subiera al cielo, allí estás tú; si tendiera mi lecho en el fondo del abismo, también estás allí. Si me elevara sobre las alas del alba, o me estableciera en los extremos del mar, aun allí tu mano me guiaría, ¡me sostendría tu mano derecha " (Salmo 139:7-10).
Robert J. Tamasy es vicepresidente de comunicaciones para el Legado de los Líderes, Inc., una corporación de no lucrativa en Atlanta, Georgia, E.E.U.U. Coautor, con David A. Stoddard, El Corazón de Mentor: 10 Principios Probados Para Que Las Personas Desarrollen Su Potencial Más Pleno (NavPress), y es el autor del libro recientemente publicado Negocios al Máximo - la Sabiduría Eterna de los Proverbios para los Negocios de Hoy (Rever Pret).
Preguntas para Reflexión / Discusión
1. ¿Ha habido alguna vez un momento en su vida en que se sintiese total y completamente solo, sin una persona a la cual recurrir? ¿Cuál fue esa situación? ¿Cómo se siente?
2. ¿Es una persona que disfruta de tener tiempo a solas, o que se siente una fuerte necesidad de estar rodeado de tanta gente tanto como sea posible? Explique cuál de los dos casos que prefiere - y por qué.
3. ¿Cuál es su reacción a lo dicho en la Biblia que nunca estamos verdaderamente solos, que Dios está siempre con nosotros? ¿Lo cree usted? ¿Por qué si o por qué no? Y si eso es cierto, ¿le parece una buena noticia - o una mala?
4. La Biblia registra varios casos en que Jesús optó por irse aislarse para hablar con Dios. ¿Alguna vez ha escogido dedicar un tiempo específico para orar y estar a solas con Dios? Si es así, ¿qué le ha representado esto?
NOTA: Si tiene una Biblia y le gustaría repasar algunos otros pasajes que se relacionan a este tema, considere los versos siguientes:
1 Reyes 6:13; Mateo 4:1-11, 26:36-44, 28:20, Marcos 1:35-37; Hebreos 13:5
Maná del Lunes ® es una reflexión semanal de CBMC/CPEC – Conectando los "Negocios" del mercado y de Cristo, organismo internacional, sin fines de lucro y vínculos religiosos, fundado en 1930 con el propósito de compartir el Evangelio de Jesucristo con la comunidad profesional y empresarial.
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