miércoles, 22 de mayo de 2013

Cuidar el agua es cuidar futuro


Lo que tú puedes hacer

¿Has oído eso de responsabilidades comunes pero diferenciadas? Básicamente, significa que si bien hay cosas que no están en nuestras manos, hay otras que podemos y debemos hacer. Es decir, que tod@s podemos ser parte de la solución.

Y en esto de asumir nuestras responsabilidades en el tema del agua, lo primero, como en todos los asuntos públicos, es que te informes, participes, monitorees a las autoridades, a las empresas y a tus representantes, que estudies las medidas que se toman sobre el tema o bien propongas aquellas que pueden ayudarnos a cuidar nuestro recurso y son benéficas para tod@s. Como decimos en nuestra Ciudad: decidamos junt@s.

Además de eso, hay muchos cambios pequeños pero fundamentales que no sólo generarán una nueva cultura del agua en tu vida y entre quienes te rodean sino que además te ayudarán a cuidar ese bien escaso y sin el cual no podemos vivir.

Sin duda, cuidar el agua es ser civilizad@ en el siglo XXI.

Estas son nuestras propuestas para ti en el tema del agua: 

En casa

en casa
  • Revisa periódicamente las llaves del agua y las tuberías, para evitar fugas.
  • Si ves manchas de humedad en paredes y techos, son señales de fugas, repáralas e identifica la causa.
  • Limpia pisos, paredes y vidrios con dos cubetas de agua; una para limpiar y otra para enjuagar. No abuses de los productos de limpieza.
  • Mantén limpios patios, azotea, y registros de drenaje, para que el agua de lluvia corra libremente, con esto evitarás filtraciones a las estructuras de tu casa.
  • Instala dispositivos ahorradores, como: economizadores de regaderas, llaves de bajo consumo, mezcladoras, herrajes de escusados, aereadores, adimentos para tubería, etc.
  • Cuando barras la calle, hazlo en seco, no utilices una manguera.


En el baño

en el baño
  • Coloca una cubeta debajo de la regadera mientras te bañas; utiliza esa agua para otros usos en casa.
  • Cierra las llaves del agua mientras te enjabonas al bañarte o lavarte las manos.
  • Toma baños cortos.
  • No te rasures, ni cepilles los dientes en la regadera; para eso no es necesario remojar todo el cuerpo.
  • Si el agua caliente de tu regadera tarda mucho en salir, acerca el calentador de agua a la regadera o aísla térmicamente la tubería. Ahorrarás agua y gas.
  • Entre la regadera y la tina, prefiere la primera pues consume la cuarta parte de agua.
  • Cierra bien todas las llaves.
  • Cambia el tanque del escusado de 16 litros por el de 6 litros de agua.
  • Para reducir la carga de la caja del escusado, introduce una o dos botellas de refresco rellenas con agua en el depósito.
  • ¡No utilices la taza del baño como basurero! No desperdicies el agua para desechar colillas, pañuelos desechables, toallas femeninas, algodón, etc.
  • Utiliza un desodorante sólido o líquido para el escusado. Esto te ayudará a acumular algunas descargas de orina, eliminando malos olores, antes de dejar correr el agua.
  • Instala dispositivos ahorradores en la regadera y el escusado; son baratos y fáciles de colocar.

En la cocina

en la cocina
  • Al lavar los platos, evita que los residuos de comida se vayan por el drenaje. Quítalos de los platos y deposítalos en la basura orgánica.
  • Remoja los platos una sola vez; si tienen grasa, usa agua caliente.
  • Enjabona los platos con la llave cerrada y enjuágalos rápidamente bajo un chorro de agua moderado.
  • Cuando calientes o hiervas agua, no llenes el recipiente, evita que se derrame o se evapore.
  • Para hacer cubos de hielo, usa moldes o charolas flexibles, a fin de removerlos sin ponerlos bajo el agua.
  • Deja una botella con agua en el refrigerador, así podrás tomar agua fría sin dejar correr el agua de la llave hasta que se enfría.
  • Usa poca agua para cocer verduras. El sabor y valor nutritivo se pierden junto con el agua.
  • No tires el agua que utilizaste para cocer los vegetales; prepara sopas con ella.
  • No uses jabón para lavar frutas y verduras, ya que contaminas el agua y tus alimentos; lávalas con agua, cepíllalas, agrégales sal de grano por 20 minutos y enjuágalas.
  • Cuida que la llave del fregadero no gotee. Cambia los empaques si es necesario.
  • Instala un economizador de agua.
  • No vacíes el aceite sobrante de tus guisos por la coladera del fregadero.

En la lavandería

en la lavandería
  • Si lavas la ropa en el lavadero, reutiliza el agua con la que enjuagaste para remojar la siguiente tanda de ropa sucia.
  • Utiliza la mínima cantidad de detergente. Gastas menos agua al enjuagar y la ropa dura más.
  • Remoja la ropa en jabón para que sea más fácil quitar las manchas.
  • Utiliza jabón de pasta o detergente biodegradable (sin fosfatos); con esto disminuye la contaminación del agua.
  • Si tienes lavadora, colecta el agua del lavado y enjuague en cubos para destinarla a la limpieza de los pisos y al lavado de retretes.
  • Usa la lavadora de ropa sólo con cargas completas, a menos que tenga ajustes para usar menos agua.


Toma nota

toma nota
  • Lava el automóvil sólo con una cubeta de agua.
  • Apoya los servicios públicos de lavado que “reusan” el agua, es decir, utilizan agua tratada.
  • Recolecta el agua de lluvia para regar las plantas, limpiar la casa o el escusado.
  • No arrojes aceite, líquido de frenos o anticongelante al drenaje. Son sustancias altamente contaminantes.
  • No barras con la manguera de agua. Barre en seco con una escoba y un recogedor.
  • No juegues con ella.
  • Desinfecta y limpia periódicamente los tinacos y las cisternas; no hay necesidad de vaciarlos para estas operaciones, como sucede con las albercas.
  • Toma conciencia de que el costo que pagas por el agua es inferior a su valor verdadero y que llegará el momento en que costará mucho más, por lo que conviene no desperdiciarla.
  • Cuando observes fugas de agua en la calle y deficiencias en el suministro, reportalas.

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