viernes, 28 de febrero de 2014
Cuando creas en mi
Hacer milagros
la vida en su mas rutinaria expresión pareciera tratar de disolver los milagros cotidianos que suceden a nuestro alrededor, olvidamos fácilmente lo que representa el caminar bien por ejemplo, pues todos los días caminamos bien y esa cotidianidad no nos deja apreciar y por ende agradecer lo que sucede a nuestro alrededor.
Para caminar por ejemplo se necesita de toda una logística bio-químico-física donde se involucran los impulsos neuronales, la musculatura que involucra la motricidad y el calculo del espacio para el desplazamiento, pero como usted simplemente camina y en automático, no se da cuenta que caminar, es un milagro, a menos que se fracture un hueso y su convalecencia y dolorosas terapias se lo recuerden a cada rato.
Para ver, se necesita de una estructura aun mas compleja, los millones de receptáculos alojados en el ojo e inter conectados al cerebro representan una labor que solo una mente maestra pudo diseñar, una mente celestial.
Nada mas el detalle de producir saliva es todo un proceso químico tan complejo que necesitaríamos muchas formulas que nos expliquen como se produce la saliva, pero como usted ya tiene saliva eso le da lo mismo.
Vivimos en medio de milagros cotidianos que no dejan de sorprendernos cuando le insertamos la lupa. Respirar, sentir, planificar, escribir, pensar, crear,, tomar, comer y hasta ir al baño representan un milagro cotidiano.
Si a esta lista le sumamos el reír,llorar, escuchar, ver la mirada de un hijo por primera vez, sentir la emoción de el "si acepto" en ese día tan especial, y ver las canas de tus padres que lucen y nos recuerdan su sabiduría y entrega.
Vivimos rodeados de milagros y con un poco de fe podríamos construir muchos milagros mas, el mismo Jesus dijo que podríamos hacer cosas mas sorprendentes de las que el hizo, con un poco de fe, incluso, del tamaño de una hoja de mostaza.
Dos cosas recomiendo, reconocer y creer, reconocer que vivimos el milagro y creer que podemos producirlo.
martes, 25 de febrero de 2014
Lo imposible solo tarda un poco mas
Cada revés puede destruirnos o levantarnos, esta en nosotros como deseamos que se escriba la historia. Personalmente creo que al final siempre las cosas se arreglan, no por arte de magia, pero si se arreglan porque al final todo nos empuja hacia el bien.
la historia esta llena de héroes que se han levantado desde las cenizas, cuentan que cuando se quemaba el laboratorio de Thomas Alva Edison ante la angustia de todo el mundo , Edison simplemente contemplaba como el fuego producía unas llamas increíbles, sus hijos pensaron que estaba loco, el simplemente dijo: "Esto es una gran oportunidad de quemar todos nuestros errores y comenzar de nuevo", esa actitud lo llevo al éxito, a pesar de haber fracasado en muchos intentos, el se veía como un ganador en busca de su oportunidad.
Steve Jobs fue despedido por la junta directiva de Apple Computers, la compañía que el mismo había fundado, cualquiera se hubiese quedado allí derribado ante esas circunstancias, pero un ganador como Steve Jobs no se rendiría tan fácil, la historia así lo demostró.
Si hay algo que debemos cultivar es la actitud del guerrero, del que sabe que al final sus objetivos se van a cumplir y dar los frutos esperados, para eso les comparto algunas recomendaciones:
1.- Reconozca que usted es un ganador
El comienzo de una vida extraordinaria y fuera del promedio requiere de una sana visión de nosotros mismos, debemos estar convencidos de que merecemos lo mejor y lo mejor es lo que nos va a suceder, esa convicción será clave para activar todos los talentos que tenemos para poder hacer el aporte que Dios espera de nosotros de acuerdo a su diseño.
2.- Prepárese para ser el mejor
El éxito no es producto del azar y la casualidad, debemos entrenar nuestra mente y pulir nuestras habilidades a fin de estar siempre listo cuando la oportunidad nos toque la puerta. Lea buenos libros de liderazgo, hay un valor incalculable en la lectura, asóciese con ganadores hay un poder extraordinario en la asociación, el sabio dicho que reza: "Dime con quien andas y te diré quien eres" esta mas vigente que nunca. Por último, escucha conferencias, talleres, audio libros y programas de crecimiento personal que te permitan programarte para el éxito, pues la mente es programable y si no la programas para el éxito, ya la estas programando para el fracaso.
3.- Entréguese al máximo
Anthony Robbins dice que debemos morir vacíos después de haberlo dado todo; no se quede con nada, sepa entregarse por completo a su causa y a su sueño, de el máximo de sus talentos y confíe que Dios no se queda con el sudor de sus hijos. Aunque lo puedan desilusionar después de darlo todo, entréguelo todo igual, pues habrás vivido la experiencia de dar que es una siembra que siempre produce buen fruto.
Confíe y no olvide que lo que era imposible antes es posible ahora, es cuestión de enfoque, al final todo saldrá bien.
Y sabemos de que DIOS hace de que TODAS las cosas cooperen para el bien de los que lo aman según el propósito que El tiene para ellos.. (Romanos 8:28)
lunes, 24 de febrero de 2014
El EGO el enemigo del amor
La definición, el concepto del yo (y su etimo latino ego) es un término difícil de definir de buenas a primeras dadas sus diferentes acepciones. en una conferencia en ingles el Dr Wayne Dyer dijo que el ego forma el acrostico Edging God Out que traduce algo así como sacando a Dios de tu vida.
Cuando adoptamos el ego de inmediato se nos escapa el amor. El ego busca alimentarse asi mismos aun a pesar de tener que asociarse sentimientos bajos y mezquinos.
Una persona llena de ego no tiene espacio para lograr la sintonía. pero ¿sabia usted que existen varios tipos de ego? Descubre cuál es el tuyo...
“Jamás perderás tu conexión, siempre y cuando te pares en la humildad de tu corazón y no en la soberbia de tu ego”, se lee en las enseñanzas de un maestro espiritual.
El ego, una palabra tan usada pero que poco se conoce sobre su significado profundo, pues encierra potentes cualidades, algunas han sido cargadas negativamente, sobre todo cuando su presencia se hace insoportable y se cae en juego del yo-yo. Es que ego, en latín significa yo. En psicología se le llama la instancia psíquica a través de la cual la persona se reconoce como “yo” y es consciente de su propia “identidad”.
Es decir, es la parte central de la conciencia que tiene la tarea de dar el sentido de “sí mismo”. Según reza en los libros, la actividad yoica organiza la actividad consciente que consta de pensamientos, recuerdos, percepciones y sentimientos conscientes. “Todo lo que te sucede se mide según tu ego”.
La psicóloga Fernanda Glaser explica que el ego es uno de los componentes de la personalidad que permite conocer cuáles son las necesidades a satisfacer. “En el lenguaje coloquial se le nombra como exceso de autoestima y evoluciona con la edad”.
Agrega que el “yo” se entiende como una instancia del aparato psíquico, que, según la teoría freudiana diferencia lo externo de lo interno, ayudando a conciliar el "ello" con el mundo exterior. En ese sentido, dice, es una función que se adapta tanto a situaciones externas como internas.
“Cuando una persona tiene un ego exacerbado suele tener dificultad para conectarse intima y satisfactoriamente con los demás. En otras palabras, le cuesta entender un ego que no sea el suyo”, señala.
Esto sucedería porque el “yo” o ego busca satisfacer sus propias necesidades y motivaciones, perdiendo de vista las del mundo exterior, lo que casi siempre puede afectar relaciones significativas como las de pareja, laborales y también las amistades, familiares.
Ahora, ¿cómo se forma? Fernanda Glaser responde: “Generalmente se constituye a partir de la percepción que un otro tiene sobre mí, casi siempre empieza con la madre que es la que cumple la función de ‘espejo’ para el bebé en los primeros años”.
El problema está cuando esa formación se produce de tal manera que el mismo sujeto se vuelve objeto de deseo y es lo que ocurre en las personalidades narcisistas que son producto de un desarrollo personal, “que en vez de desear a un otro, se desea a sí mismo y su yo se configura de acuerdo con la libido que circula en su propio imaginario y lo que él o ella piensa que los demás piensan de él o ella, pudiendo adquirir rasgos paranoides, etc.”
Agrega que, en general, los narcisistas son sujetos que pierden la proporción de su yo y éste pasa a ser el centro de la actividad psiquica de la persona.
Su importancia y cuidados Entonces estar parado en el ego significará estar centrado en uno mismo, lo cual es un tanto perjudicial si consideramos que los seres humanos somos seres sociales y ser autorreferente todo el tiempo, agota.
Aunque vivir sin ego también será perjudicial, pues es el que da sentido de identidad, organiza las ideas, experiencias y percepciones del mundo.
Más aún, en la revista de filosofía “Nitiare” explican que el ego está compuesto por múltiples Yoes o Defectos Psicológicos “que son como auténticas personas en nuestro interior: piensan, sienten y actúan. Nuestras frustraciones nacen justamente cuando a uno o más de esos defectos psicológicos no se le cumplen dichos objetivos personales”.
En ese sentido, aparece nuevamente el gran problema que acarrea el ego, que es el constante deseo que incita. Eso tiene su lado positivo porque moviliza y hace que la gente reaccione, pero su límite o negatividad está cuando acarrea sufrimiento. En palabras de Sigmund Freud, “el yo supone el primer paso del propio reconocimiento para experimentar alegría, castigo o culpabilidad”.
¿Qué tipo de ego tengo? Sin embargo, en un plano espiritual, el excesivo ego o la conciencia individual perjudicaría el crecimiento personal pues ni se entera que existe una conciencia universal. Algo así como “un tapón que impide la ascensión de la mente a los estados superconscientes”, afirma el investigador, Iván Durán Garlick, autor del libro “El Ego". Agrega que la mente de una persona con poca autoconciencia es un hotel cinco estrellas para el ego. Entonces, indica que para evolucionar es necesario conocer qué tipo de ego predomina en la personalidad y trabajarlo.
Para adentrarse en ese conocimiento, invita a revisar estas categorías y enterarse en qué clasificación se encuentra.
Ego SABELOTODO: Es aquel ego que siempre cree tener la razón, le gusta dar consejos sobre todo, siempre contesta aunque no sepa, cree tener respuesta para todo, no se puede quedar callado.
Ego INSACIABLE: Es el ego “centro de mesa”, no le gusta pasar desapercibido, hace cualquier cosa para llamar la atención.
Ego INTERRUPTOR: Su necesidad de autorreferencia es tan fuerte que interrumpe permanentemente, nunca deja que los otros terminen de hablar.
Ego ENVIDIOSO: Es el que no soporta los triunfos y éxitos de otros. Degrada a los que cree que son mejores que él.
Ego PRESTIGIOSO: Es el ego que busca aplausos, reconocimiento y admiración en todo lo que hace. Siempre quiere ser el mejor. Frecuentemente les dice a los demás: “te lo advertí”, “yo sabía”, “te lo dije, pero tú nunca me escuchas”, etc.
Ego JINETE: Se monta de lo que dicen otros. Se aprovecha de los datos de los demás para su propio beneficio. Saca partido de lo que otros dicen para estructurar sus propias intervenciones. Es copión y usurpador.
Ego SORDO: Nunca escucha, le gusta hablar sólo a él, habitualmente finge escuchar.
Ego MANIPULADOR: Es aquel ego astuto que siempre se las arregla, ya sea tergiversando, acomodando, engañando, mintiendo o justificando para que las cosas resulten siempre a su favor.
Ego ORGULLOSO: Es aquel ego competitivo, discutidor, que no le gusta perder.
Ego PREMENTAL (silencioso): Es aquel ego que calladamente tiene un discurso paralelo, es criticón, hipócrita y enjuiciador.
debemos entrenar nuestro cerebro para que se libere de las cadenas del ego.
http://www.elnuevodia.com
Para manejar la ansiedad en tiempos dificiles
¿Te criticas constantemente?
¿Criticas mucho a los demás?
¿Te quejas de tu suerte o de que el mundo, la vida, etc., son injustos?
¿Te pasas pensando en todo lo malo que te va a pasar?
Si alguna de las personas que está constantemente contigo, se pasara todo el tiempo criticándote, ¿cómo te sentirías?
¿Y qué sucedería si llevara meses o años haciéndolo?
O si se pasara todo el tiempo diciéndote: "¿y si no logras...?", "¿y si ...se enoja contigo?"
Bueno, muy probablemente es lo que haces contigo mismo, aunque puede ser que no lo hayas notado.
Todos estamos constantemente hablando con nosotros mismos, aun cuando no nos damos cuenta.
Cuando este diálogo interno es negativo, está formado por frases como: "Soy…", "debería o no debería…", "no puedo", "no vale la pena", "qué caso tiene", "es inútil", "y si", etc., etc.Son pensamientos que afectan nuestra autoestima, nos limitan y alimentan todas nuestras emociones negativas y por lo tanto, debemos cambiarlos .Están basados, principalmente, en lo que nos decían nuestros padres y otras personas importantes, durante nuestra niñez.
No podemos dejar de tener un diálogo interno, pero podemos tenerlo basado en pensamientos positivos y motivantes.Cuando detectes este diálogo negativo contigo mismo, no te critiques o sientas mal por ello, ya que es lo que aprendiste desde pequeño.A una edad en que no podías cuestionar la veracidad de sus palabras o ignorarlas.
Una vez que hemos detectado nuestros pensamientos automáticos o lo que nos decimos a nosotros mismos, es importante reconocer los negativos y cambiarlos.
Cambia esas palabras negativas y habla contigo mismo, como lo harías con la persona que más quieres: con paciencia, cariño y muy suavemente. Enfocándote en lo positivo y en lo que sí puedes lograr o aprender.Cambia las palabras que tienen una fuerte carga emocional, por otras más neutras o positivas.
En lugar de decir "no soporto", puedes decir "me molesta". Si piensas en todo lo negativo que crees que te va a pasar y que te está angustiando, analiza qué tan probable es que realmente te suceda Recuerda de que 75% de todas nuestras preocupaciones nunca suceden.
Aparentemente este cambio puede parecer superficial o poco importante, pero se han hecho estudios en los que se demuestra que ciertas palabras por sí solas, influyen negativamente en nosotros. Cambia las afirmaciones que te limitan por preguntas.
En vez de decir: "No puedo hacerlo", pregúntate ¿Cómo puedo hacerlo?
Busca la mayor cantidad de respuestas, sin analizarlas o calificarlas, en ese momento.
Ejercita primera una nueva manera de abrirte a más posibilidades.
Después puedes analizar cada una de ellas y ver cuál es la más adecuada.
¿Criticas mucho a los demás?
¿Te quejas de tu suerte o de que el mundo, la vida, etc., son injustos?
¿Te pasas pensando en todo lo malo que te va a pasar?
Si alguna de las personas que está constantemente contigo, se pasara todo el tiempo criticándote, ¿cómo te sentirías?
¿Y qué sucedería si llevara meses o años haciéndolo?
O si se pasara todo el tiempo diciéndote: "¿y si no logras...?", "¿y si ...se enoja contigo?"
Bueno, muy probablemente es lo que haces contigo mismo, aunque puede ser que no lo hayas notado.
Todos estamos constantemente hablando con nosotros mismos, aun cuando no nos damos cuenta.
Cuando este diálogo interno es negativo, está formado por frases como: "Soy…", "debería o no debería…", "no puedo", "no vale la pena", "qué caso tiene", "es inútil", "y si", etc., etc.Son pensamientos que afectan nuestra autoestima, nos limitan y alimentan todas nuestras emociones negativas y por lo tanto, debemos cambiarlos .Están basados, principalmente, en lo que nos decían nuestros padres y otras personas importantes, durante nuestra niñez.
No podemos dejar de tener un diálogo interno, pero podemos tenerlo basado en pensamientos positivos y motivantes.Cuando detectes este diálogo negativo contigo mismo, no te critiques o sientas mal por ello, ya que es lo que aprendiste desde pequeño.A una edad en que no podías cuestionar la veracidad de sus palabras o ignorarlas.
Una vez que hemos detectado nuestros pensamientos automáticos o lo que nos decimos a nosotros mismos, es importante reconocer los negativos y cambiarlos.
Cambia esas palabras negativas y habla contigo mismo, como lo harías con la persona que más quieres: con paciencia, cariño y muy suavemente. Enfocándote en lo positivo y en lo que sí puedes lograr o aprender.Cambia las palabras que tienen una fuerte carga emocional, por otras más neutras o positivas.
En lugar de decir "no soporto", puedes decir "me molesta". Si piensas en todo lo negativo que crees que te va a pasar y que te está angustiando, analiza qué tan probable es que realmente te suceda Recuerda de que 75% de todas nuestras preocupaciones nunca suceden.
Aparentemente este cambio puede parecer superficial o poco importante, pero se han hecho estudios en los que se demuestra que ciertas palabras por sí solas, influyen negativamente en nosotros. Cambia las afirmaciones que te limitan por preguntas.
En vez de decir: "No puedo hacerlo", pregúntate ¿Cómo puedo hacerlo?
Busca la mayor cantidad de respuestas, sin analizarlas o calificarlas, en ese momento.
Ejercita primera una nueva manera de abrirte a más posibilidades.
Después puedes analizar cada una de ellas y ver cuál es la más adecuada.
Cuando te des cuenta de que estás pensando negativamente, grita (mentalmente si estás con otras personas): "Alto". Al mismo tiempo que tocas con tu lengua la parte interior de tus dientes frontales. Si sientes que no puedes controlas las preocupaciones o pensamientos negativos, haz el siguiente ejercicio: Primero lee las instrucciones y luego, con los ojos cerrados todo el tiempo, llévalo a cabo. También puedes hacerlo, si alguna persona te va dando dichas instrucciones o si las grabas.
Cierra los ojos y respira lenta y suavemente.
No forces la respiración, simplemente deja que el aire entre y salga de tu nariz. ¿Notas alguna diferencia en la temperatura del aire que entre por la nariz y el aire que sale?
Fija la atención en tu cuerpo.
¿Qué sucede en las diferentes partes de tu cuerpo cuando inhalas y qué sucede cuando exhalas?Ahora con los ojos aún cerrados y respirando suavemente, pon atención a lo que sucede en el lugar en el que te encuentras. ¿Cuál es la temperatura? ¿Qué sonidos escuchas? ¿Qué olores puedes detectar?
Regresa tu atención a tu cuerpo.
¿Cómo sientes tus manos y tus pies? Nuevamente, con los ojos siempre cerrados, regresa a los sonidos que escuchas a tu alrededor. Piensa en alguna situación agradable, relacionada con alguno de esos sonidos.Ahora regresa la atención a tu respiración, a la temperatura de tu nariz. Respira dos veces contando del 1 al 5 cuando inhalas y del 6 al 10 cuando exhalas.
Abre tus ojos.
¿De qué te diste cuenta?
Seguramente de muchas cosas en relación a tu propio cuerpo y quizás al lugar en el que te encuentras. Sin embargo en relación a la ansiedad y a nuestros pensamientos, lo importante es que te des cuenta, que tú controlabas tu atención y la dirigías hacia donde tú querías.Podías ignorar ciertos aspectos y resaltar otros de acuerdo a tu voluntad.
Tú controlas tu atención y tus pensamientos.
No forces la respiración, simplemente deja que el aire entre y salga de tu nariz. ¿Notas alguna diferencia en la temperatura del aire que entre por la nariz y el aire que sale?
Fija la atención en tu cuerpo.
¿Qué sucede en las diferentes partes de tu cuerpo cuando inhalas y qué sucede cuando exhalas?Ahora con los ojos aún cerrados y respirando suavemente, pon atención a lo que sucede en el lugar en el que te encuentras. ¿Cuál es la temperatura? ¿Qué sonidos escuchas? ¿Qué olores puedes detectar?
Regresa tu atención a tu cuerpo.
¿Cómo sientes tus manos y tus pies? Nuevamente, con los ojos siempre cerrados, regresa a los sonidos que escuchas a tu alrededor. Piensa en alguna situación agradable, relacionada con alguno de esos sonidos.Ahora regresa la atención a tu respiración, a la temperatura de tu nariz. Respira dos veces contando del 1 al 5 cuando inhalas y del 6 al 10 cuando exhalas.
Abre tus ojos.
¿De qué te diste cuenta?
Seguramente de muchas cosas en relación a tu propio cuerpo y quizás al lugar en el que te encuentras. Sin embargo en relación a la ansiedad y a nuestros pensamientos, lo importante es que te des cuenta, que tú controlabas tu atención y la dirigías hacia donde tú querías.Podías ignorar ciertos aspectos y resaltar otros de acuerdo a tu voluntad.
Tú controlas tu atención y tus pensamientos.
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